TIEMPOS BUENOS (CAPITULO 10 )

 

 

 

¿Que tal?, continúo con mis experiencias en el último destino: El metro, en  siete años hubo de todo...días buenos, días malos,la mayoría malos por desgracia para mi.La estación en la que mas he estado ha sido una que tenía pecera. Aquí los  profesionales  tenían  muchísimo trabajo, porque además de atender la taquilla tenía las máquinas.Los  vigilantes hacíamos de todo,desde vigilar andenes, controlar vestíbulos,etc .En una de las salidas por la tarde teníamos que estar como mínimo ocho vigilantes pues a partir de las 00:30 los viernes se armaba la mundial con los queridos pasajeros que salían a divertirse y acababan con unas tajadas del quince. Como solían ir en grupos, y eran encantadores cuando llevaban unos litros de mas viajaban al metro con unas ganas de pagar que ni te cuento y no veían a los seguratas según ellos...pues venga a liarla, nos tiraban botellas vacías no valla a ser que nos gustara el alcohol y nos liáramos a ostias con ellos los compañeros y yo, aguantabamos y procurábamos que no nos diera ninguna botella, cuando se cansaban de insultarnos y veían que no tenían puntería, pues se iban casi  siempre. El día que no se iban había que usar una cosa que llevamos en el cinturón que se llama "goma" ya me entendéis los apañeros.Que días mas maravillosos... aun eramos señores vigilantes cobrábamos sueldos dignos con los pluses,170 euros plus metro 450 cada seis meses por seguir en metro, era cuando te sentías realizado por un trabajo bien hecho, los profesionales no te decían nada pues en la mayoría de los casos hacías su trabajo, controlabas para que nadie se colara, en los andenes hacías  rondas periódicos controlando a los pasajeros patosos, procurabas que no hubiera manteros, ni ladrones que los había a montones, atendíamos a los pasajeros que se ponían enfermos. Como podéis ver se hacia de todo pero no se escuchaba ninguna queja, pues no había nadie intentando robarte en el sueldo.