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martes, 16 de abril de 2013

CUNTINUO MI HISTORIA ( CAPITULO 12 )

 

 

Como he contado hasta ahora la primera estación de mi experiencia en metro positiva, aun creía en la seguridad privada,y estaba orgulloso de mi profesión.En esta estación estuve hasta que finalizo el contrato de mi empresa con esta linea, no subrogue con la nueva empresa porque me comentaron que era bastante regular, pues como dice un refrían popular mas vale malo conocido que bueno por conocer. En la linea que le toco a mi empresa, toda la linea era con escamoteables, mostradores que se esconden.Aquí surge la figura del señor supervisor comercial  o taquillero con mas sueldo a este profesional le daban un curso y al vestíbulo. Cuando les dieron el curso les dijeron vigilante igual a lacayo y ellos que son muy obedientes y les encanta putear, se lo tomaron al pie de la letra, a mi me toco un encanto el primer día lo primero que me pregunta ¿tu eres mi vigilante? a lo cual yo le respondo me parece que empezamos mal yo soy el vigilante de la estación, la contestación creo que no le gusto, pues a partir de ese día me trataba bastante mal raro era el día que no daba una queja de mi al ogrito, y de vez en cuando alguna a sus jefes.No la hacían caso porque además de no tener razón, escaseaba la mano de obra porque antes el metro no lo quería nadie,el ogro jefe nos pidió a todos los vigilante que hiciéramos horas extras pagadas mas caras y en B, practica avitual en aquellos tiempos era una linea muy grande y metro les obligaba a tener un vigilante fijo en cada estación.Los primeros meses las pasaban canutas para cubrir estaciones yo conocía coincidentes que hacían turno de mañana y de tarde algunos de manera continuada.Si os dais cuenta cuando empezó en  metro eran jefes e inspectores , ahora ya son ogro y ogritos, con esto de los mostradores las cosas  a peor, el profesional se creía tu amo, el ogro paso de defender a sus subordinados a decir lo que diga la rubia nunca mejor dicho,  pues en mi estación era rubia,los ogritos decían lo que diga el ogro, el ogro decía putea al vigilante que no diga si señor a todo lo que se le mande,nosotros los rebeldes seguíamos teniendo suerte pues aun faltaban vigilantes,que tiempos aquellos.

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