CAPITULO 90

Hola, hoy toca contaros: Días sindicales, cuando tenia veinticinco años me apunte, a uno de los que mas afiliados. El jefe era mi padre yo el empleado, tenia fe en los sindicatos, la primera denuncia se la puse a mi padre, se negaba a pagar mil pesetas a cada empleado. Los jefes en aquellos días eran un poco cabezones, al final nos pago, a mi no me lo perdono en al menos un mes. Cuando me quede con el negocio insistí para que todos los que trabajaban siguieran apuntados.De esta manera nunca se me olvido que yo también he sido empleado. Cuando yo empecé en el sindicato aun ayudaban a los compañeros trabajadores, en la actualidad se llevan muy bien con los dueños de las empresas, y de vez en cuando miran para otro lado.En la ultima empresa en la que estuve los jefes eran todos cargos importantes del sindicato, cuando ibas a hablar con el delegado siempre decían lo mismo no te quejes ahora las cosas están mal, y por una tontería puedes perder tu puesto de trabajo, yo proteste y en el paro desde hace siete meses. Esto que os cuento hoy es porque me llaman esta para decirme que uno de los juicios que tenia con la ultima empresa a sido nulo, han perdido unas nominas en el juzgado, y el sindicato tampoco los tiene, eran los únicos que había. Viva el sindicalismo, no os fíeis nunca, hacer copias de todos los documentos, dar mucha guerra, no os fíeis del ya lo miraremos. Si es necesario ir vosotros a los juzgados a preguntar, suele pasar que algunas veces se traspapelan BUEN DÍA
No hay comentarios:
Publicar un comentario